Se
trata de una alternativa a la terapia que consiste en difundir la
filosofía en su vertiente práctica y que promueve el amor al
conocimiento: Conócete
a ti mismo.
Etimológicamente,
la palabra filosofía procede de los vocablos griegos Phileo (amor) y
Sophia (sabiduría). Significa, pues, amor a la sabiduría. No se
puede comprender la consulta filosófica desde otra perspectiva. Se
entiende, por tanto, que es una actividad que se centra en la
búsqueda de la verdad, de la verdad vivida y experimentada por cada
uno de nosotros. La consulta filosófica es una reflexión dialogada
que nos ayuda a comprender y clarificar nuestras dudas, inquietudes o
conflictos vitales, que no es otra cosa que el conocimiento de
nosotros mismos. Es desde esta base cómo podemos aspirar a tener una
vida mejor. Sócrates
nos insta con este aforismo “La
vida examinada es la única que merece ser vivida”.
La consulta filosófica pretende que los consultantes examinen su
propia vida, respetando
su autonomía, es decir, sin imponer cómo han de pensar o han de
vivir, con el objetivo de que puedan tomar conciencia y conocimiento
de su propia realidad".
Es
el conocimiento de nosotros mismos y de nuestras interpretaciones de
la realidad, los elementos básicos que configuran nuestra forma de
ser y de estar en el mundo. Nuestra vida se basa
en ciertas ideas, valores y creencias que nos conducen a un estado de
felicidad o infelicidad. La mayor fuente de perturbación y malestar
se produce por ciertos pensamientos erróneos a los que el hombre
suele aferrarse. Dichos pensamientos y juicios están asociados
siempre a emociones que nos generan malestar como son el miedo, la
duda, la inseguridad y la rabia. La filosofía puede ayudar a
desenmascarar estas ideas para crear otras que nos proporcionen
bienestar y felicidad. Como dice Epicteto: “Los
hombres se ven perturbados no por las cosas, sino por las opiniones
sobre las cosas. [...]Así
que cuando suframos impedimentos o nos veamos perturbados o nos
entristezcamos, nunca responsabilicemos a otros, sino a nosotros
mismos, es decir, a nuestras opiniones".
Es este el conocimiento que busca la consulta filosófica y que está
íntimamente unido a la búsqueda de la verdad.
A
través de la consulta filosófica podemos conocernos mejor a
nosotros mismos y despojarnos de nuestros prejuicios, malos
razonamientos, contradicciones y emociones nocivas para vivir de una
forma más auténtica y con más conciencia.
Es una forma de entender la filosofía como el ARTE DE LA VIDA,
que aspira a conseguir un modo de vida que comprenda más
profundamente la totalidad de la existencia. La filosofía se concibe
como un un proceso que amplia la conciencia, que nos ayuda a la
comprensión y transformación personal. Una
filosofía que indaga en todos los niveles de la vida, implicando
un cambio en nuestra percepción, en nosotros mismos, o
en la forma que vivimos.